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Giancarlo Pontiggia – Poesie da “Il moto delle cose”. Traduzioni a cura di Marisol B. Godoy

Traduzioni a cura di Marisol B. Godoy

Selezione di poesie dal libro Il moto delle cose (2017)

Come chi, ferito

Come chi, ferito
a morte dalla vita, dalla storia, all’improvviso
si sveglia, è un mattino di luce che tripudia
nell’anfora – scura, severa –
delle stanze, vede
il celeste del tempo che spiove
da un pertugio di persiana, è la polvere
del mondo che si accende, si sperpera
in baluginii di ambra
com’è dolce, pensa, il fiore
neghittoso dell’esistere, e si siede,
contempla
la teoria semplice delle cose, le sue,
che furono, una per una – lumi ombre disfatte –
sospese
nella loro formula di caso
e di ordine,

e ride

Como quien, herido

Como quien, herido
a muerte de la vida, de la historia, al improviso
se despierta, es un amanecer de luz que exulta
en el ánfora –oscura, severa–
de la habitación, ve
el celeste del tiempo que escampa
desde un agujero de persiana, es el polvo
del mundo que se enciende, se prepara
en destellos de ámbar
que dulce, piensa, la flor
extenuada del existir, y se sienta,
contempla
la teoría simple de las cosas, las suyas,
que fueron, una por una – luces sombras deshechas –
suspendidas
en sus fórmulas de azar
y de orden,

y ríe

E vedi

E vedi che durare possono
le cose che non hanno vita,
e tu muori,

e questi versi, che altri un giorno
leggeranno, durano più di te,
e tu non duri,
e li hai fatti

e in queste stanze
dove tante ore hai
dormito, altri
ci dormiranno: e così poco
è la vita,

che un verso, un muro, un letto
sono più lunghi di te,

erano prima, e sono dopo
di te.

Y ves

Y ves que durar pueden
las cosas que no tienen vida,
y tú mueres,

y estos versos, que otros un día
leerán, duran más que tú
y tú no duras
y los has hecho

y en esta habitación
donde tantas horas has
dormido, otros
dormirán: es tan poco
es la vida,

que un verso, un muro, una cama
son más largos que tú,

eran primero, y son después
de ti.

E nascemmo

E nascemmo
alla vita che già c’era.
Le cose
c’erano, le tante, le inaudite
cose, di cui c’invaghimmo
a poco a poco.
E noi guardavamo
l’aria che luceva
e piove e nevi
e soli che stagnavano, tiepidi,
nelle mattine troppo
quiete.

E guardammo, un giorno, i nomi
le parole prime, scure,
che dicono sì e no, che oscillano
tra le cose

Y nacemos

Y nacemos
a la vida que ya era.
Las cosas
ya eran, las tantas, las inauditas
cosas, de las cuales nos enamoramos
poco a poco.
Y nosotros guardábamos
el aire que iluminaba
y lluvias y nieves
y soles que se estancaron, tibios,
en las mañanas demasiado
quietas.

Y miramos, un día, los nombres
las primeras palabras, seguras
que dicen sí y no, que oscilan
en medio de las cosas

E ciò che persiste

«E ciò che persiste
sta con ciò che diviene, le gioie
si disperdono, come in un vaso rotto

com’è che recalcitri
se te lo dico, non intingo

l’orlo del vetro nel fiore, troppo scuro,

del miele, senti
com’è la vita, tutta, un trepidare

di mezze verità, che s’inventrano
nelle cantine – umide, umbratili –
della mente»

Y lo que persiste

«Y lo que persiste
está con lo que se transforma, las alegrías
se dispersan, como un florero roto

cómo es que insistes
si te lo digo, no sumerjo

el borde del cristal en la flor, demasiado oscuro,

de la miel, escucha
cómo es la vida, toda, un trepidar

de medias verdades, que serán confinadas
en las bodegas — húmedas, ensombrecidas—
de la mente»

O tempo

O tempo
come vento
chiuso tormento
sempre cresci e decresci, lento
esercizio dei secoli. Buio

tarlo,
e marmorea cura,
pioggia densa, scura
di atomi sui molli
corpi che si sgretolano. Ovario

profondo
dell’inintelligibile
mondo: cesura, orlo
sul delirante
ignoto. Nome

di niente, folgorante
vuoto

Oh tiempo

Oh tiempo
como viento
cerrado tormento
siempre creces y decreces, lento
ejercicio de los siglos. Penumbra

larva,
y cura de mármol
lluvia densa, oscura
de átomos en los manantiales
cuerpos que se desmoronan. Ovario

profundo
del ininteligible
mundo: cesura, borde
en el delirante .
desconocido. Nombre

de nada, fulgurante
vacío

*

Tuve mi primer acercamiento a la poesía de Giancarlo Pontiggia escuchando su recital, durante las lecturas en el Festival Internacional de poesía Europa In Versi en la ciudad de Como. No pude dejar de sorprenderme ante sus versos, llenos de la sabiduría de quien ha estudiado la obra de los más grandes poetas clásicos y ha sabido encontrar su propia voz. Hay en la poesía de Pontiggia una profundidad científica que resulta la principal seducción para alguien, que como yo, cree firmemente que poesía y ciencia se nutren la una de la otra. El poeta socava en la oscuridad, en el silencio primigenio de las cosas. Allí donde un simple parpadeo no basta para capturar la belleza, él, en cambio, se detiene como un ciego, con ojos pacientes, y observa con el resto de sus sentidos hasta crear su propio sendero, perforando la tenacidad de la luz.

*

Giancarlo Pontiggia (Milano, 1952) ha pubblicato le seguenti raccolte poetiche: Con parole remote (1998), Bosco del tempo (2005) – entrambe riedite nel volume complessivo Origini (2015) –, Il moto delle cose (2017). Per il teatro ha scritto Stazioni (2010) e Ades. Tetralogia del sottosuolo (2017), Icaromenippo (2017). Saggi di poetica e riflessioni sulla letteratura si trovano nei volumi Esercizi di resistenza e di passione (2002), Lo stadio di Nemea (2013), Undici dialoghi sulla poesia (2014). Traduce dal francese (Sade, Nerval, Mallarmé, Valéry, Céline, Supervielle, Bonnefoy) e dalle lingue classiche (Saffo, Pindaro, Sallustio, Rutilio Namaziano, Disticha Catonis). Vive a Milano.

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